Me di cuenta que soy la que espera. Siempre. Espero gente que dice que llega a las 17 y llega 45 minutos después. Espero ansiosa, siempre. Porque estoy dando mí tiempo. Eso nunca se recupera.
Poca gente me interesa, es poca la que tiene mí atención. Y aún así, la hecha a perder. Una vez... Bueno. Dos, puede pasar. Tres, somos humanos. Pero siempre? Qué feoiguqm no puedo depender. Ni pretender. No todos son Yo. No todos toman el tiempo tan a pecho.
Me enoja, escribo y subo. Tomo un trago, bebo y pienso. Abro las notas, escribo y borro. Porque me parece cruel. Pero es lo que siento. Será egoísta. A mí me pasó. Pero me sentí mal. Es feo esperar y más esperar algo que te hace bien.
Son tan simples las cosas.
No cuesta nada. No estoy esperando una Ferrari, ni un viaje a Dubái. Son cosas que acarician el alma y te salvan de tus pesadillas.
Espero y sigo esperando tal vez algo que lo es normal. Un cuídate. Un abrazo, un te quiero un como te fue. Sin que lo intuya. Como dicen y digo... Si lo tengo que pedir ya no lo quiero. Horas pasaron y nadie respondió. Será que es la noche? Había algo mejor que yo? Tal vez. Nunca lo sabrem yo tengo prioridades además de mí vida tontamson aquellas que me llenan y no hacían. Pero hasta que Punto?
Dibuje, cante, baile hasta que me cansé. Se terminó el alcohol, se terminó mí tabaco y aquí estoy. Escribo una vez más para no explotar.
Misteriosamente suena el celular. Pero no sos vos. Es otra persona que tal vez tampoco tiene con quien hablar. Un alma pérdida en la noche que sabe el tiempo matar. Es horrible porque quiero contarte mis cosas y decirte que desearía que estés acá. Pero no respondes. Mil fotos te mandé y no hay señal de que las haya visto. Las borro porque era para el momento. Espero. El tiempo pasa.
En horas tengo que partir. Y aquí estoy. Volque mí trago sin querer. Por mí mirar mí vida real. Sigo esperando tu mensaje. Cuánto Cuanto más vas a tardar?